La optimización del ahorro de energía en la unidad de banda base (BBU) es esencial para reducir los costos operativos en redes 4G/5G, donde las BBUs consumen una cantidad significativa de energía debido a la operación continua de módulos de procesamiento, transceptores y sistemas de refrigeración. Las estrategias clave incluyen escalado dinámico de recursos, donde los núcleos de procesamiento inactivos o los módulos de interfaz de radio se apagan durante períodos de bajo tráfico (por ejemplo, de noche), reduciendo el consumo de energía en un 20 a 30 % sin afectar la calidad del servicio. El escalado adaptativo de voltaje y frecuencia (AVFS) ajusta las velocidades del reloj del CPU y el voltaje según la carga en tiempo real; frecuencias más bajas durante un uso ligero reducen el consumo energético manteniendo la capacidad de respuesta. Los modos de espera, como la recepción discontinua (DRX) para usuarios inactivos, permiten que la BBU entre en estados de bajo consumo cuando no está procesando datos activamente, con tiempos de activación calibrados para evitar picos de latencia. Las optimizaciones de hardware también tienen un papel importante: el uso de fuentes de alimentación de alta eficiencia (certificación 80+ Platinum) reduce las pérdidas por conversión, mientras que una gestión térmica avanzada (por ejemplo, ventiladores de velocidad variable) ajusta la refrigeración según la temperatura, evitando el uso innecesario de energía. La coordinación con las unidades de radio remotas (RRU) también mejora el ahorro; las BBUs pueden enviar señales de sueño a las RRU subutilizadas, creando una red sincronizada de bajo consumo durante horas de poca demanda. Los algoritmos de aprendizaje automático (machine learning) predicen patrones de tráfico, permitiendo ajustes proactivos del consumo de energía; por ejemplo, anticipando horas pico matutinas para aumentar los recursos con anticipación. Las pruebas en campo muestran que estas estrategias pueden reducir el consumo energético de las BBUs hasta en un 40 % en redes suburbanas, con ahorros del 15 al 25 % en áreas urbanas debido al tráfico constante. Es importante destacar que la optimización debe equilibrar el ahorro con el rendimiento, asegurando que la latencia y el rendimiento se mantengan dentro de los acuerdos de nivel de servicio (SLA) para aplicaciones críticas como servicios de emergencia o Internet de las Cosas industrial (IIoT).