Un cable coaxial consta de varios componentes clave, cada uno de los cuales contribuye a su capacidad para transmitir señales de alta frecuencia con mínima pérdida. En el núcleo se encuentra el conductor central, generalmente fabricado de cobre (sólido o trenzado) o acero recubierto de cobre. El cobre es preferido por su excelente conductividad eléctrica, lo que asegura una transmisión eficiente de la señal, mientras que el acero recubierto de cobre ofrece un equilibrio entre conductividad y resistencia, reduciendo costos. Alrededor del conductor central se encuentra el aislante dieléctrico, que mantiene una distancia constante entre el conductor y el blindaje exterior para prevenir la fuga de señal. Los materiales utilizados para el dieléctrico incluyen polietileno (sólido o espumado), polipropileno o teflón; el polietileno espumado es común en cables de alta frecuencia (como los usados en antenas 5G) debido a su baja constante dieléctrica, lo que minimiza la pérdida de señal. La siguiente capa es el blindaje, que bloquea la interferencia electromagnética (EMI) proveniente de fuentes externas y evita que la señal del cable interfiera con otros dispositivos. El blindaje puede ser una capa única de aluminio laminado, una malla trenzada de cobre o aluminio, o una combinación de ambos: blindaje multicapa, como en los cables resistentes de Hebei Mailing, mejora la protección contra EMI. La capa más externa es la chaqueta (o funda), fabricada en PVC, polietileno o goma, que protege los componentes internos contra daños físicos, humedad y factores ambientales. Por ejemplo, chaquetas de PVC (usadas en los productos KC97 y KC80 de Hebei Mailing) ofrecen buena flexibilidad y resistencia a productos químicos, haciéndolas adecuadas tanto para uso interior como exterior. Juntos, estos materiales trabajan en conjunto para garantizar el desempeño, la durabilidad y la confiabilidad del cable en sistemas de comunicación.