La gestión de la alimentación en el banda base se centra en reducir el consumo dentro de la unidad de banda base. Con la expansión de las redes de comunicación y el aumento vertiginoso del precio de la energía, una gestión eficiente de la potencia se ha vuelto de suma importancia. Un ejemplo es la escala dinámica de voltaje y frecuencia, que cambia el voltaje y la frecuencia de operación de la banda base dependiendo de la carga de trabajo. Cuando las actividades de red son bajas, la banda base puede funcionar a una frecuencia más baja, lo que ahorra energía. Además, una conversión de potencia mejorada seguida de una distribución de potencia superior dentro de la unidad aumenta la eficiencia energética optimizando la potencia suministrada a los componentes y eliminando el desperdicio.