La efectividad y calidad de una red de comunicación se evalúan utilizando métricas de monitoreo de rendimiento. Algunas métricas comunes incluyen: la fuerza de la señal, que muestra el nivel de potencia de la señal recibida; el rendimiento de datos, que mide los datos transferidos durante un período de tiempo específico; la latencia, que indica el tiempo necesario para enviar y recibir datos; y la tasa de errores de paquetes, que informa la proporción de paquetes que fueron recibidos en un estado distorsionado. Monitorear estas métricas ayuda a los operadores de la red a detectar problemas de rendimiento, como interferencias de señal o congestión de red. Pueden implementar soluciones, como reconfigurar la red o actualizar el hardware, para resolver estos problemas.